jueves, 28 de mayo de 2009


Hoy fue la última vez. Hoy te dije adiós, aunque no quería dejarte ir, debía hacerlo. Si me hubieran dado la posibilidad de elegir, te elegiría, pero no. No quisiste, NO ME quisiste. Nunca fui suficiente; suficiente capaz de darme cuenta lo miserable que sos, y cuán poco tenés de Dios todopoderoso. Creés tenés (fallido) tener el control sobre los demás, cuando ni siquiera vos podés controlarte. ¿Cómo pudo terminar si nunca empezó? Te amé tanto, que es imposible de creer. ¿Cómo puede una persona amar-te? Estaba enferma, esa es la respuesta. Veía lo que quería ver, lo que me convenía. Creí en vos, en tus “te amo” y tus “forever and ever”, creí en vos, para creer en mí. Que vos me amaras era, para mí, algo imposible.

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