viernes, 15 de mayo de 2009


Llorando cada noche, cortándome hasta el alma, destruyéndome por alguien que no tenía otro interés que SÍ mismo. Sos tan ambicioso, querés todo, TODO.. y todo lo tuviste. TODO me sacaste, TODO MI AMOR, T-O-D-O. Me alejaste de mí, me alejaste de mi familia, amigos, y demás. Apartándome del mundo, y obligándome a instalarme en otro mucho peor. Me refugié en tu corazón, que al parecer latía y latía de amor, y dolor claro, pasión por la plata y angustia de perderla. Vos eras mi mundo, mi almohada, me escondía en vos, lloraba con vos, reía y te amaba. Te amaba? Amaba lo que creía que eras. Te habías puesto el mejor disfraz; mi principe, eras el típico héroe de cuento. El que daba sin esperar nada a cambio, el que amaba con el corazón, y NO con la mente. El hombre de mi vida, mi amigo, mi confidente, mi Dios. Por favor! De Dios debés tener la capacidad de convencer de humillar, de manipular, de amar y mentir. De mentir, y después amenazar. Ahora me vas a callar vos? No, querido. Te aviso, te anuncio que estás perdiendo.

No hay comentarios: